Si ya te has sentado antes en un círculo de mujeres o incluso si no sabes bien de qué va la cosa me complace saludarte, reconocerte y darte la bienvenida de retorno a esta tú casa, y es que sin duda es el Círculo la casa de todas las mujeres.
¡Viajemos juntas entre líneas de vuelta a este mágico lugar!
Recuerdo claramente mi primer Círculo, la sensación de por fin haber encontrado un espacio donde ser auténtica, sin temores ni fachadas, sin expectativas que llenar, dónde nadie esperaba que yo fuera nada, dónde podía disfrutar tanto de hablar como de permanecer en silencio y de cualquier forma estaría bien. Un lugar donde se respiraba complicidad y no juicio entre aquellas mujeres que veía por primera vez y hoy son mis hermanas, mi tribu, dónde me sentí segura y luego de tanto rodar por fin dije «llegué a casa».
«Un círculo de mujeres te ayuda a encontrar el río de tu vida y te apoya en el proceso de entregarte a su corriente”.
Marian Woodman
El poder más grande de esta medicina es que se manifiesta en lo intangible, calando profundamente en el interior de todas las que hemos habitado estos espacios pues nos permite profundizar en nuestra historia personal, tocar lo sutil, despertarnos y desde ahí evolucionar. Un lugar para hablar y escuchar, para observar y disfrutar del silencio, aprender y desaprender, reinventarse y permitirse cambiar de opinión, hacerlo diferente si es requerido y avanzar.
El Círculo de Mujeres es también el Círculo Secreto, entre todas creamos un lugar seguro y confidencial, porque comprendemos que la otra es tu propio reflejo y así encontramos la medicina que nos calza como anillo al dedo. Se propicia la introspección y siempre llega a nosotras cuando transitamos momentos de cambio y transformación, cuando se despierta el sentir profundo de querer volver a conectar con nuestro interior y así con la vida misma.
El Círculo es también un espacio de nutrición, nos recarga con su energía cuando nos sentimos débiles, frágiles o tristes, y asimismo recibe de nuestra fortaleza cuando le entregamos risa, canto y belleza. Por eso es siempre sagrado, es un libro abierto para todos los ojos y cada corazón, nos invita a sintonizarnos con su frecuencia y vibrar en el amor. Es aquí donde descubro que eso que me mueve dentro es lo que me hace afín al resto de las mujeres, que no estoy sola y que no lo estaré nunca más.
Rocío que riega el alma para que así broten sus más bellas flores, la esencia chispeante del universo que llena de vida a la vida misma, el misterio y belleza del mundo invisible que con hilos de plata entrelaza corazones, complicidad y confianza que nutren con amor y dulzura… Dándole forma con palabras, es así como describiría la magia del círculo.
¿Te unes a la manada?
